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Un Baile Lleno de Suposiciones

El baile de coronación se preparó en el gran salón y Kairon pidió que fuera de máscaras para poder moverse con más libertad. Sabía que eso no era posible para él o Yaina, pero a los nobles parecía divertirles la posibilidad de chismear sin ser descubiertos.

Todo lucía espléndido y la música sonaba en todo el salón. Los asistentes conversaban entre ellos en grupos pequeños claramente diferenciados entre aquellos que apoyaban al Archiduque Ganhé y al emperador. Los embajadores de los otros reinos y el canciller de Odea miraban toda la dinámica con curiosidad. Todos sabían que, a medida que el gobierno de Kairon se fuese diferenciando del mandato de su padre, los cambios que traería serían mirados con buenos ojos por algunos o con resistencia por otros.

Muchos de los nobles aún tenían la imagen de Kairon cómo un príncipe inmaduro que escapaba de sus responsabilidades y ahora se le sumaban los rumores de su obsesión por su esposa y compañera. Otros habían comenzado a pensar diferente cuando se enteraron de su apoyo en la reconstrucción como un Derk por unión junto a su esposa y que combatió mano a mano con los caballeros de la Guardia del ducado Corelia.

La imagen dual del joven emperador y el respeto que el propio espíritu del león mostraba hacia él los tenía aún más confundidos. Debía ser lo suficiente poderoso como contratista como para que el espíritu del león del primer emperador le brindara esa lealtad.

Alex miró a Maya y suspiró- Esta Corte no difiere a la que tenía el rey Sarlack. Da escalofríos. Yaina salió de una para caer a otra...

- No es tan malo. - le dijo Maya - Kairon está trabajando duro para encontrar aliados. Es lo mismo que tuvimos que hacer en Odea con la reconstrucción.

- Pero Yaina está sola aquí, no estamos para blindarla.

- Pero Kairon está con ella ¿No crees que deberías darle algo de crédito?

- ¡No quiero decir eso, sólo me preocupa! ¡Es mi hermana! - exclamó Alex, pero se arrepintió cuando recibieron varias miradas curiosas de embajadores y nobles - ¡Ah, maldición! - resopló molesto - Aún no me libro de esto...No discutamos ahora, preciosa. No quiero meter en problemas a Yaina...

- Es fácil evitar las conversaciones difíciles con la excusa de los amantes... - se burló Maya molesta.

- No es eso... - respiró profundo tratando de tranquilizarse - ¿Quieres hablar ahora? ¿Con todos estos ojos y oídos mirando o esperas a llegar al hotel?

Maya lo miró avergonzada, consciente de las miradas que recibían. Lo que menos quería un escándalo con Alex, ahora que estaban logrando estabilizarse y hacer pública la relación. Además, estaba embarazada de su bebé.

- ¿Qué está pasando, preciosa? - le preguntó preocupado - Tú no eres así...Puedo ayudar si me dices que te preocupa.

Maya suspiró, el linaje del león no la hacía muy paciente y el mantener su embarazo oculto a su compañero se estaba haciendo complicado. Lo tomó del brazo y lo arrastró hasta unos de los balcones y cerró la puerta tras ella y se aseguró que nadie pudiese verlos. Luego miró hacía abajo, al primer piso y hacia los jardines

- ¿Puedes decirme qué está pasando?- preguntó Alex con una ceja alzada mientras observaba sus acciones desconcertado - ¿Nos estamos escondiendo? ¿Nos están vigilando?

- Cállate, necesito decirte algo...

- ¿Preciosa?

Maya se acercó a él y le susurró al oído. Nadie más podía escuchar lo que iba a decir - Estoy embarazada... - le dijo casi como el aleteo de una mariposa al tiempo que temblaba al hablar...

La expresión de Alex se congeló por un momento y la aferró por los brazos - ¿Qué dijiste? - le dijo emocionado sin soltarla.

- Estoy embarazada, bebé.

- ¿Cuánto...?

- El sanador me revisó antes de viajar. Tengo 20 días, 22 ahora. Tenía que decírtelo.

- Oh, preciosa... - le dijo abrazándola con fuerza - Eres pésima para guardar secretos - la besó con ansiedad - ¿Cómo te sientes?

- Bien. El sanador dijo que estamos bien, ambos...

- Tengo que contarle a mis hermanos, a Kairon...

- Esperemos un poco más. Aun no cumplo un mes...Además, Kairon lo percibió cuando nos vimos durante la coronación. Ya lo sabe

- Preciosa, quiero saltar y decirle a todos...Tenemos que decirle a la familia.

- Aún no es el momento, vimos como te miraban los nobles. Aún no estamos libres de la charada de los amantes. Falta un mes para que cumplan un año de unión, la apuesta aún está vigente y recién llevan un mes en el palacio. Después de su aniversario de unión podemos anunciar que nos casamos...

- ¿Por qué te embaracé a ti y no a ella? - Alex casi se rio - Sigo pareciendo un bastardo que no puede controlar su polla.

- ¿Y qué quieres que te diga? No sé qué decir. No esperaba embarazarme...yo... - Los ojos de Maya se llenaron de lágrimas y eso asustó a Alex. Su esposa era muy fuerte como para llorar así - ¡Maldición! Estoy muy sensible...

- Tranquila, ya se nos ocurrirá algo... - dijo abrazándola y acariciando su espalda para calmarla.

- Quédate así. - le pidió Maya aspirando el aroma de su cuello - Eso ayuda...

- ¿Tienes el fetiche del león con el cuello?

- Parece que tu aroma calma al bebé y a mi.

- Entonces te mantendré abrazada en la cama todo el embarazo - susurró coqueto haciéndole reír.

- Regresemos...

Justo cuando iban a entrar al salón, las puertas se abrieron y Don entró haciéndoles soltar una exclamación.

- Los estaba buscando, su majestad quiere hablarles.

- ¡Maldición, Don! Me asustaste ¿Cómo sabías que estábamos aquí?

- Seguí a los curiosos de afuera... - les dijo divertida - ¿Quieren un portal o salimos por aquí?

- ¡Un portal...! - dijeron ambos y Don obedeció dejándolos pasar y cerrándolo tras ellos.