Los dedos de Kairon acariciaron su hombro y recorrieron su espalda hasta el broche, el que comenzó a desabrochar con suavidad.
- ¿Quieres que te abrace, compañera? - la voz ronca de Ducalyon se escuchó cerca de su oído poniendo su piel de gallina.
- ¿Tú también, Cal? - le preguntó Yaina tratando de girarse, pero el joven la detuvo.
- No, gatita. - le dijo comenzando a desnudarla besando su piel a medida que quedaba descubierta - Quédate como estás. Nosotros nos encargaremos de todo.
- Cal.… - pidió cuando el león la acostó boca abajo sobre la suave tela.
- Shhhh. - le dijo sacándole el vestido y los zapatos dejándola con las bragas y las medias al tiempo que se inclinaba para besar y acariciar su espalda desnuda y los glúteos sobre el encaje de su ropa interior y que luego dándole un tirón, lo rasgó - Déjanos ayudar...
- Cal.… esto es...mi ropa... - comenzó a decir Yaina, pero las manos de su esposo bajaron a su entrada y metió dos dedos en su canal - Ah - gimió.
- Abre las piernas... - ordenó el león con los ojos brillando y palmeó su nalga cuando no obedeció haciéndola sobresaltar – Obedece - le dijo - o lo haré de nuevo.
Yaina trató de girarse, pero sólo recibió otra nalgada que enrojeció su piel.
- Obedece... - dijo la voz de Kairon ahora mientras se desnudaba dejando la ropa desperdigada en el suelo - No lo repetiremos...
- Kairon... - le dijo, pero no pudo seguir debido a que el hombre la cubrió con su cuerpo y la penetró.
- No puedo moverme. Quítate, pesas mucho - le dijo Yaina aferrando la colcha y levantando el torso.
- No quiero que te muevas. Quiero que sientas. - le dijo Kairon aprovechando de apretar sus pezones con los dedos cuando se levantó haciéndola gemir mientras retrocedía y la embestía con fuerza.
Yaina jadeó ante el nuevo estímulo. No había estado unida a él en esa posición y estimuló puntos sensibles en su interior.
- ¿Te gusta, gatita? - le preguntó Ducalyon mordisqueando su lóbulo mientras repetía el movimiento llegando hasta lo más profundo y Yaina gimió de placer- Eso es gatita, siéntenos...
A medida que Kairon y Ducalyon se turnaban para embestirla, usaron sus manos para estimular sus pezones y su boca para lamer, morder y besar su espalda y cuello satisfechos porque Yaina ajustaba la posición de sus caderas prisioneras para conseguir más roce lo que liberaba más fluido desde su canal.
- ¿Quieres correrte? - preguntó Kairon al escuchar su respiración cada vez más irregular.
- No puedo llegar... - jadeó Yaina - ¿Qué haces?
- En esta posición podemos controlar tu orgasmo...Si presionamos tus caderas o si embestimos más o menos profundo...Nuestro peso te controla...
- No es justo... - dijo la joven frustrada moviendo las caderas tratando de lograr el roce con la colcha para estimularse.
- No seas traviesa, gatita.- advirtió Ducalyon cargando su peso en ella para limitar sus caderas empujando con rudeza su m*****o en su interior.
- Deja que se corra. - se escuchó decir a Kairon en voz alta a su espalda - Tiene que comer antes de que sigamos.
Ducalyon mordió la piel de su hombro antes de volver a embestir y comenzar a bombear su interior, excitándola otra vez. La escuchó gemir y susurrar sus nombres extasiada a medida que sus paredes comenzaban a apretar su m*****o. Estaba acercándose a su clímax.
- Es imposible no querer estar así, gatita. - gruñó el león dando estocadas profundas y luego turnar el control con Kairon cuando estaban por llegar dentro de ella.
- Siento el fondo, cariño. - gimió Kairon tomando su rostro con una mano para poder besarla cuando el espasmo lo golpeó. Su semilla caliente se combinó con los jugos del orgasmo de Yaina mientras las paredes lo exprimían, apresándolo dentro de ella.
- Mierda. - la voz de Ducalyon se escuchó con la última estocada - No me canso de llegar dentro de ti, compañera...
Yaina se dejó caer en el colchón exhausta con los ojos cerrados abrumada por la intensidad del orgasmo.
Kairon se movió con suavidad para salir de ella y la acostó con cariño entre las mantas y luego se unió a ella abrazándola con fuerza, piel con piel.
Podía sentir su ansiedad a través de la conexión y todo su esfuerzo para acompañarlo en el proceso y la amaba por eso.
El que Ducalyon y él la tomaran juntos había sido una decisión que había tomado a conciencia desde que se enteró que su padre iba a dejar el trono. Si dos hombres que la amaban con la fuerza que ellos lo hacían y que se lo demostraban de esa forma era lo que Yaina necesitaba ahora que su familia estaba lejos. Besó su hombro antes de cerrar los ojos disfrutando tenerla entre sus brazos.
Waiting for the first comment……
Please log in to leave a comment.