¡por fin! ─pensó segundos antes de que sus sueños fuesen hecho añicos. Lo primero que pensó con lo que ha dicho, es que se había quitado la máscara, pero al verlo, aún con su rostro cubierto, no pudo disimular su decepción.
─Linda máscara. ─dice su primo con sarcasmo.
─No seas idiota, sabes lo que pasó. ─se acerca una mujer muy bonita y lo golpea en el hombro. ─olvida lo que ha dicho. ─dice sonriendo amable a Edward. ─¿cómo has estado?
─Gracias por venir, pero no se supone que deberían estar aquí. ─dice mirando a todos a su alrededor.
─Lo sé, pero cuando me llegó la invitación, pensé que no querrías estar solo en medio de tantos idiotas. ─mira a su alrededor con enojo.
─¿Puedes venir conmigo? ─dice llevándose a Ángel de la mano al ver que más integrantes de su familia se acercan para interrogar.
Camina a prisa hasta una oficina.
─¿qué fue eso? ─pregunta molesta, viendo la máscara y su comodidad.
─El vestido le queda muy bien, espero que sea cómodo para usted. ─dice mientras se sienta en uno de los sillones.
─Cuando dijo que había hecho, pensé que...
─Charles me dijo que le usted le pidió que yo baje, y me una a usted... ─musita con duda.
─¿Bajó por mí? ─pregunta con asombro, todo su enojo se dispersa enseguida.
─Dejarla con la familia de mi padre habría sido un acto de crueldad, y eso no hacen los amigos. ¿o sí? ─tiende su mano.
─¿Ahora somos amigos? ─toma su mano. ─eso es nuevo. ¿y qué hacemos aquí? ─pregunta mirando a su alrededor.
─Estamos recién casados, usted viste un escote y yo... creo que sería fácil lo que quienes están fuera se imaginan. ─musita.
Ella se sienta junto a él, tomados de la mano.
─¿y lo de la mano? ─pregunta con una sonrisa.
─Si entran y nos ven de la mano, pensarán que intenta reconfortar, o que yo lo intento. ─responde con la mirada en la puerta.
─¿Porque hacer reuniones con personas de tu familia, que no te agrada? ─susurra sin quitar la mirada de la puerta.
─Yo no organicé esta reunión, para empezar. ─se deja caer sobre el mueble. ─de haberlo hecho, allí fuera. ─señala. ─solo habrian diez personas. Y con certeza de ellas solo hay tres, ahora. ─musita.
─Una de ellas, ¿fue la mujer con la que habló al final? ─pregunta y él asiente.
─No quiero quedarme sola con toda esa gente. ─susurra.
─La familia de mi padre se burla de todo y de todos. Con sarcasmo e ironías, son tan desgraciados... Aún no se como pudo mi madre casarse con alguien como mi padre...
─Lo siento. ─susurra.
─¿Por qué?
─Entiendo por qué el enojo. Mi libro hablaba de alguien sin moral, ni sentimientos, y su madre al parecer no solo viene de buenas personas, si no también fue una buena persona... ─sacude su cabeza al sentir enormes ganas de llorar.
Edward puede notar como su voz se quiebra, y evade mirarlo cuando sus ojos han enrojecido.
─Estaba enojado. ─mira al suelo. ─Lo estaba, pero al conocerla...
─Se dio cuenta de que era un ser de luz, o que solo era algo ficticio... ─bromea
─Verla, de la misma manera en la que me he visto yo, me hizo pensar que a lo mejor solo es alguien que cometió un error...
─Ahora tengo una duda. ¿porqué me pidió que lo besara? ─voltea a verlo. ─en el ascensor... ─continua al ver el silencio incomodo que él mantiene.
─Era más fácil evadir una demanda por acoso, si quien lo hacía era usted. ─dice y se levanta algo incómodo.
─¿Por qué decidió usar máscara?, en mi libro no dice nada de eso... ─se acerca.
─ya llevamos mucho tiempo aquí, será mejor salir. ─retrocede.
─Miren nada más. Los novios decidieron aparecer. ─dice el mismo hombre que ante le han molestado, ya algo ebrio.
Edward observa por encima de su hombro lo que a todos a su alrededor, menos a Ángel.
─Puedes ir a la habitación si te apetece. ─susurra discreto mientras se abren paso entre los invitados.
─Lamento que pases por esto. ─se acerca una chica joven y bonita. ─esta familia suele ser un poco salvaje. ─ofrece un vaso de jugo.
─Gracias. ─lo toma amable.
─Felicidades Edd. ─asiente con una sonrisa. ─no le gusta que lo abracen, ¿y a ti? ─pregunta extendiendo sus brazos.
─Eres inusualmente amable para ser parte de esta familia. ─sonríe dándole un abrazo corto.
─Lo sé, es porque en realidad no lo soy. ─Mira a su alrededor. ─Soy la hija por añadidura de uno de los hermanos del padre de Edd. En teoría soy su sobrina por añadidura. ─sonríe.
─Eso es nuevo, no creí que tuvieran corazón para incluir por voluntad a alguien más. ─bromea.
─De hecho, mi mamá la conoció...
─Tengo algo que hacer, volveré en una momento. ─dice Edward dejando a su esposa con la chica.
─Esta bien... ─asiente.
─Vamos al jardín. ─dice al ver como todos esperan que él se vaya para abordar a su esposa.
─Si, por favor. ─musita y ambas salen por uno de los pasillos que da a la piscina.
─Eres la única persona amable que he llegado a ver. ─caminan con más calma. ─aunque no conozco mucha gente en esta casa. ─bromea.
─Estas familias suelen ser así, lo supe cuando entré a la universidad, y creeme, las familias son muy diferentes. ─musita.
─Ahora... ─mira la piscina con una sonrisa, después de lo que ha sucedido solo horas antes de que ellos lleguen. ─dime, ¿cómo es mi esposo como primo?
─¿cómo adulto?... Lo he visto cuatro veces, y tres de esas veces fue antes del accidente. De niños prácticamente crecimos juntos, pero en el colegio fuimos por separado, porque su madre lo metió a una escuela de arte, la misma a la que habían ido los hombres de la familia. Luego pasaba viajando, conociendo el mundo, incursionó en el modelaje, la música y todo lo que quiso, pero nada en serio, su madre decía que lo que él realmente quería era viajar para conocer y ayudar a la gente, su padre se quejó de las veces que sobregiro la tarjeta en compras masivas, cuando su madre supo en que lo usaba, pidió una tarjeta negra, pero ese día fue cuando sucedió todo. ─se lamenta.
─¿cómo fue el accidente? ─pregunta cuando ya están muy lejos de la fiesta, rodeando la piscina.
─No lo sé, pero... Causó un gran revuelo mediático, mismo que fue callado con dinero. Esta familia todo lo calla y desaparece con dinero. ─asiente avergonzada.
─Y desde entonces él usa esa máscara... ─balbuceó para sí misma.
─Y no es para menos. Era modelo, era el orgullo de la familia, y la envidia de los varones. Tenía los mejores genes de ambas familias, y un dia, no solo perdió a su madre, su hermana que era su mejor amiga, sino que quedó lleno de cicatrices y quemaduras. El accidente fue horrible.
─Su madre murió en el accidente, ¿no es así? ─pregunta viendo como un par de autos empiezan a irse.
La mirada de ella casi podría contarle la historia, durante toda la reunión, y su paseo por el jardín, había mantenido una expresión relajada y una sonrisa, pero en cuanto hizo la pregunta, su sonrisa se borró, negó con la cabeza y dejó escapar un largo y melancólico suspiro.
─Él conducía el auto. Todos pensábamos que se había aislado por las quemaduras, pero después de saber que él conducía el auto, que su ex novia fue quien cortó sus frenos, y que su padre se enrollo con la mejor amiga de su hija... ─Niega con la cabeza mientras revisa su teléfono. ─supongo que cualquiera perdería la cabeza por algo así. Y luego, después de cuatro años llega una invitación de boda sorpresa, no podía faltar. ─sonríe. ─disculpa que te deje, mi madre dice que ya nos vamos. ─dice mirando hacia los autos. ─nos vemos después. Casi lo olvido. Soy Ana. ─le da un beso fugaz en la mejilla
Esto es demasiado, imaginé muchas cosas, pero ¿una ex novia?, que en el accidente él estuviera conduciendo, todo tiene ahora un cruel sentido. Soy una idiota. ─niega con la cabeza. ─y yo presionando para quitarse una máscara que seguramente lo único que le da es seguridad. Su familia es una mierda.
Ángel ve como Ana se encuentra con una mujer en la entrada, pero de pronto ella empieza a acercarse y varias personas se unen a ella. La negativa con la Ana intenta resistirse a que su madre se acerque le advierte de clara hostilidad. Lo último que quiere es seguir la conversación, no ve el momento de poder esconderse en algún lugar, el invernadero viene a su mente, pero al voltear dobla su pie y cae a piscina.
Angel sabe nadar, no es algo que le preocupe, pero al sentir un dolor punzante en su pecho y su brazo entumecido entra en pánico al no poder mantenerse a flote. Las personas que se acercaban estaban muy lejos, sabía que tardarían en llegar, lo que le aterra, y el hecho de que sean hostiles le preocupó una más.
El oxígeno es cada vez más corto, con solo segundos a flote la desesperación crece, no puede mantenerse a flote por más que lo intenta, su nariz arde, ya no puede respirar, se está dando por vencida. Fugazmente puede ver personas a su alrededor, pero nadie hace nada, su cabeza se siente explotar, un par de tragos de agua aspirado por la nariz, obligada y presionada por la falta de aire y esperanza, se deja ir.
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