Él está tan molesto que lo único que puede hacer en este momento es ir hasta la habitación encerrarse, y tirarse sobre la cama. Está furioso como nunca, pero sabe que hacer cualquier tipo de escándalo probablemente ella o su padre podrían escucharlo, y ninguna de las dos opciones era alentadora. Con mucho esfuerzo se contiene a sí mismo, mientras se quita la máscara. Estar en la oscuridad absoluta, donde las lámparas han sido apagadas por él mismo, y el silencio es fúnebre le da un poco de paz, pero solo basta que cierre los ojos para que todo vuelva a su mente, por lo que los vuelve a abrir, sin embargo es la misma oscuridad que lo lleva a revivir ese momento de nuevo.
Al cerrar los ojos de nuevo todo vuelve a su mente, aquella noche, los gritos de su padre, los sollozos de su madre, aquella jovencita saliendo en bata de baño de su casa intentando explicar que nada es lo que parece, la mirada confundida de su hermana, el auto quemándose mientras su corazón se acelera. Puede recordar cada segundo de esa noche, como él se levanta del suelo al ser expulsado por el choque, cuando regresa al auto en llamas, escuchar a su hermana gritar por el fuego, la sangre lo ciega al intentar meterse por la ventana para sacar a su hermana, ya que el fuego y el humo no lo dejan ver o escuchar a su madre, grita el nombre de su madre aún aturdido mientras intenta ayudar a su hermana.
Parte del cinturón se ha derretido en su pierna, misma que intenta zafar el cinturón de seguridad, arrancarlo aunque sus manos se están quemando, puede sentir el ardor en sus manos al intentar arrancarlo, pero también puedes sentir como su hermana presiona su brazo con mucha fuerza clavando sus uñas para intentar aferrarse a él, intentando salir del auto.
Sus fuerzas no son suficientes, no importa cuánto intente tirar con fuerza. el maldito cinturón de seguridad no se desprende y su hermana deja de gritar, alguien tira con fuerza desde su espalda al piso, y es arrastrado a varios metros del auto, mientras ve cómo se incendia sin poder hacer nada, lo último que sus ojos vieron aquella noche fue como varios bomberos se acercaban a intentar apagar el fuego.
Esta vez no hay un ataque de ansiedad, pero puede sentir como su corazón acelera sin parar, sus manos sudan temblorosas, la humedad en sus ojos es palpable, ha formado un camino por sus orejas, formando una gran y abundante cascada. Se sienta sobre la cama y puede sentir su corazón latiendo tan fuerte y tan rápido que siente su pecho en llamas, su cuerpo arde como si aún estuviera expuesto al fuego, se quita todo y se mete a la ducha dejando el agua correr.
La ira por su padre crece más y más, cada vez que recuerda aquel momento, pero también crece su odio en contra de la mujer que causó el accidente, aquella loca que asumiendo sería él quien condujera el auto cortó los frenos. La rabia e impotencia es tanto que suelta gritos tan fuertes que se pueden escuchar por toda la casa.
Recordar la primera vez al despertar que pudo ver su reflejo en una charola de plata que tenía instrumentos médicos, más allá de la distorsión del metal, podía ver cómo su piel se desprendía de su rostro, de sus brazos, de todo en sí. Niega con la cabeza con una sonrisa sarcástica mientras deja que sus lagrimas se pierdan entre el agua que cae por su cabeza. Inmediatamente viene a su mente Ángel, le es imposible que alguien que haya pasado por todo eso, y aún pueda verse siquiera como un ser humano, no puede evitar sentir náuseas con la sola idea de lo que pudo haber sentido Ángel al besarlo.
Era absurdo, no podía siquiera tener una mínima esperanza de relación con alguien, aún si esto fuera falso. Le parece por demás asqueroso, repugnante, se siente como un auténtico monstruo.
─Señor. ─toca la puerta Charles desde fuera.
─¿Qué sucede? ─gruñe desde la ducha.
─Su esposa está abajo y planea ir a la reunión que tiene en la editorial. ─dice intentando discretamente escuchar algo dentro ya que solamente puede escuchar el agua de la ducha corres, y teme que pueda hacerse daño como lo ha hecho en otras ocasiones.
─Asegúrate de que mi padre no le ponga una mano encima, o serás despedido. ─suelta tajante desde dentro.
─Sí señor, enseguida. ─dice regresando por donde llegó.
Mientras tanto...
Al anciano como ya se le ha hecho una costumbre últimamente, no tarda en llegar hasta la entrada donde está Ángel, lista para salir a su reunión programada. Viste un look estilizado y elegante, algo que no es parte de ella, pero aprende rápido a lucirlo como se debe.
─De verdad se lo digo, sé que es el papá de mi esposo y todo lo que usted quiera, pero si se atreve siquiera a decir alguna estupidez, no lo voy a aguantar. Aquí hay muchas cosas. ─señala. ─hay lámparas. ─señala a un costado de ella. ─hay cuadros. ─señala cerca de él. ─puedo tomar cualquier cosa de estas y golpearlo en la cabeza si vuelve a molestarme, y sé que nadie dirá nada, porque se supone que soy la señora de esta casa, y usted es un invitado más. ─Advierte tajante. ─Así que por favor, solo váyase y déjeme en paz. ─bufa molesta lista para defenderse.
─Veo que has tomado confianza muy rápido en esta casa. ─dice acercándose con precaución, mirando disimuladamente a los costados, asegurándose que no haya nadie más que ellos dos en el lugar.
─No soy tonta, ok. ─espeta. ─sé lo que hace, sé que no le agrado y la verdad ya ni siquiera me interesa. ─muestra su anillo. ─Estoy casada con su hijo, no con usted. No tendría que interesarme, si a él no le agrada, ¿por qué debería agradarme a mí? ─pregunta enarcando una ceja, se ve realmente molesta.
─Si algo tengo claro es que tienes confianza, tienes demasiada confianza para ser simplemente una arribista. ─Sonríe con sarcasmo. ─te doy crédito por eso. ─se acerca un poco más a ella. ─Pero seamos claros... no creo en tu falsedad, sé que estás fingiendo. Mi hijo lo hace por fastidiar, y estás más cerca de enamorarte de su asistente que de mi hijo, con quién cabe recalcar, "estás casada" ─hace las comillas con sus dedos burlándose. ─pero digamos que entiendo lo que haces. ─musita. ─Te demandé. Bueno, no a ti, a la empresa para la que trabajas, porque jamás podrías aspirar nada más que a simple trabajadora, y te defendiste de la única manera que podías hacerlo. ─Se acerca un poco más.
Ángel mira rápidamente un antiguo y raro adorno cerca de ella, por lo que este se detiene.
─El casarse con mi hijo, para invalidar la demanda es válido, lo entiendo, pero esto de que intentes consumar a como dé lugar el matrimonio... ─la ve de pies a cabeza de tal manera que la hace sentir desnuda y expuesta, es repugnante. ─Así que antes de que este caprichito vaya más lejos, te tengo una mejor propuesta. ─se cruza de brazos.
Ángel no dice nada, solo se limita a mirar con la ceja enarcada y poner sus ojos en blanco cada vez que él intenta hacer contacto visual con ella. Realmente tiene interés en escuchar lo que tiene que decir.
─Si hay un contrato prenupcial para una gran boda de "amor a primera vista" asumo que el dinero que te va a pagar tiene que estar por fuera, además de anular la demanda por el libro y difamación. Contrario a eso... Yo te ofrezco lo que mi hijo te haya ofrecido, yo doblaré esa oferta.
Ángel, apenas ha podido separar sus labios para contestar en su defensa, pero el anciano continúa sin darle una sola oportunidad.
─No solamente te daré el doble, sino que además voy a revocar la demanda, te daré la autorización para que publiques el libro, siempre y cuando hagas los cambios que debes, así la historia de mi hijo no se vea reflejada. Además, un boleto de ida sin regreso a donde sea que pertenezcas, y en caso de que esté demás decirlo, vas a firmar un contrato de confidencialidad como si nada de lo que está pasando hasta ahora, nunca hubiese pasado.
Charles no tarda en aparecer y al ver al anciano acelera el paso para defender a Ángel, solo en caso de ser necesario.
Suena tan real, tan fácil y así mismo suena tan accesible lo que la propuesto. Ahora ella tiene sus dudas, lo que ha dicho el anciano la ha dejado sin palabras, después de todo, terminaría mucho más rápido todo esto. El anciano le ofrecía dinero, asumiendo que hay una cantidad. Con eso ella podría comprar su casa, podría publicar el libro como era el plan inicial, pero por otro lado estaba Edward, aún pese a lo que él le ha hecho, aún siente que merece el beneficio de la duda, pero que tan costoso sería ese beneficio para ella.
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