Mi dolor no podía opacar mi cita con Samuel, me encantaría decir que mi ánimo mejoró de la noche a la mañana, pero no fue así, quería cancelar la cita pero mi hermana no quiso que lo hiciera, ella me escuchó ayer con lo de Max así que decidí confiar en ella y contarle por encima quién era Samuel y por qué quería darle una oportunidad de conquistarme, obvio no le di algunos detalles, pero que con esto que me había pasado no me sentía en capacidad de poder ir a una cita, pero ella como la buena consejera que era me impidió cancelar, su excusa es que debía vivir más y ver la perspectiva desde otras personas, no solo quedarme con la impresión que mi amigo dejó en mi y que si lo mio con Samuel no se daba podría decir al menos que lo intente.
Sara mi hermana solía ser mi paño de lágrimas, mi mejor amiga y mi confidente a parte de Max ella es la que sabe más de mi. También me cuenta sus cosas, somos dos buenas amigas antes que hermanas, así que con su insistencia decidí que es mejor distraerme y asistir.
En la mañana estoy alistándome, poniéndome uno de los más lindos de mis atuendos, optó por un vestido blanco con flores azules estampadas un estilo primaveral y un poco estilo Santorini de acorde a la época, pregunté a Samuel cómo debía vestir, el me dijo que casual pero que no importaba lo que me pusiera siempre me vería bien con lo que tuviera puesto, eso sonó muy lindo para mí pero también muy inconveniente, no sabría a dónde ir y a pesar de lo poco gusto por la ropa, me gusta siempre andar vestida para la ocasión. Peine mi cabellera castaña en una media coleta, me maquillo un poco y puse perfume de petunias (mi favorito), tome mi bolso y decidí irme.
Lo bueno de mi atiendo es que como era una cita en la tarde lo podría lucir a plena luz de día, espero que la cita fuera en algún lugar abierto, salgo de casa y voy caminando para tomar el tren cuando el p**o de un carro me detiene, un Samuel vestido informalmente me detiene y puedo jurar que mi corazón se detuvo un poco, se veía más sexi que con traje, me encanta como se ve, cierro la boca y voy al asiento de copiloto rápidamente antes que un auto se aproxime.
— mi bella y hermosa Malena, hoy estás deslumbrante, tu atuendo es más que perfecto y queda exelente con el lugar a dónde vamos a ir.— le doy un beso en la mejilla como saludo y el avanza, me encantan sus halagos muy pocas personas aprecian mi físico, caigo mejor una vez me conocen.
— gracias no sabía que más ponerme, espero no planees alguna actividad física no estoy vestida para eso — digo un poco tímida, pero ni loca arriesgaría mi bello vestido — puedo preguntar a ¿dónde me llevas ?
— claro, puedes preguntar, pero prefiero no decirte. — tiene una sonrisa muy bella y sus ojos verdes como un bosque en primavera me hacen querer perderme en ellos, “ aunque su sonrisa no es mas bella que la de André” la voz de mi cabeza trae a mi la bella su bella sonrisa; no lo ví en la cena de la compañía y lo heche de menos, no se por qué estando en acompañada de Samuel me desvío a pensar en él.
Mis pensamientos me mantienen ocupada pero aun así la charla con mi cita no fue aburrida es más fue entretenida, fue un trayecto largo pero al fin llegamos a uno de mis lugares favoritos Riverside, sus árboles llenos de bellas flores de tonos rosas, amarillo, morados encantan a cualquiera, el me toma de la mano y me invita a caminar a su lado, llegamos a un kiosco donde se puede apreciar una bella mesa decorada de la manera más sobria y perfecta posible, puedo decir que hasta ahora la cita es la mejor que he tenido.
Samuel ayuda a sentarme y me comenta que le parece que está es la mejor idea para una cita que todo puede florecer de la mejor manera si somos tan resilientes como las flores que vemos alrededor, sus palabras me encantan, pero de le ve un poco distraído, se queda mirando a todos lados como esperando algo y al ver qué no sucede nada se levanta y procede a hacer una llamada, se aleja un poco pero se ve furioso, debe ser mi imaginación. Llega unos cinco minutos después.
— lo siento tuve un inconveniente, pero ya está solucionado— Sigue hablando un poco más y su expresión se va suavizando de a poco, un momento después llega un repartidor con comida, y a pesar de no ser un servicio de cinco estrellas con vajillas caras, la comida me resulta perfecta, aunque esté en empaque desechable, una ensalada con pollo además de un postre exquisito acompañado de un ramo de flores que no se de donde las saco.
Mientras como mi ensalada el va preguntando por mis gustos y hobbies yo le cuento todo y él procede a hacer lo mismo, en un momento no puedo evitar preguntar sobre la foto de perfil y su cara cambia de feliz a una expresión que no puedo descifrar y su respuesta sería con toques de enfado me deja confundida.
— no es nadie importante, lo importante somos los dos en este momento, pero si de veras quieres saber, ella es una prima, no tienes que preguntar ese tipo de cosas por favor, me haces pensar que no confías en mí. — respira un poco y parece calmarse, no veo el por qué de su reacción si de veras es una prima no tiene que ponerse así, eso me hace un poco sospechoso pero continúa hablando — mira Malena estoy intentando formar una relación contigo, no me agradan las mujeres celosas, entiendo que las mujeres tienden a exagerar las cosas espero que no seas de esa manera, porque me hace pensar que no estás interesada en mi o que no confías y no necesito eso en mi vida— me sentí mal, no quiero ser de esas mujeres que no confían en sus hombres y aunque aún no éramos nada creo que empiezo a sentir algo fuerte por este hombre y sus bellos ojos.
— lo entiendo, quería hacerte esa pregunta, no lo tomes a mal, si estoy interesada en ti— eso último lo dijo en un susurro — pero se que el lo escucho.
— lo siento nena quiero dejar las cosas claras desde el principio, ¿te parece si comes tu postre? — dice más desenfadado pero aun así siento un poco de presión en mi pecho, me encanta el tiene de vez en cuando algunas actitudes raras, pero todos tenemos defectos, no está en mi juszgar y si aceptarlo como es.
El me pasa un bello postre, me sorprende lo bien que sabe la macha en un postre pero me encanta, la charla aunque menos efusiva sigue fluyendo, el se esfuerza un poco más para que le preste atención y lo logra, habla de las constelaciones y temas que me apasionan mucho, le conté sobre ello, se nota que se está esforzando, mi garganta está empezando a arder pero no le prestó atención, sigo enfrascada en su conversación y en el rico postre, pero empiezo a sentir como se cierra y eso solo puede significar una cosa pistachos, soy alérgica, mi respiración se hace un poco irregular y en la cara de Samuel se hace presente el pánico, antes de caer desmayada digo dos palabras.
— inyección …. bolsa
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