Especial

Le quitó el vestido de los hombros y posó los labios en su piel limpia y suave, lo que hizo que sus ojos se contrajeran con disgusto. Quería ver sus marcas en su piel.

Elisa arqueó la espalda y cerró los ojos con fuerza cuando él le mordió el hombro.

Sus manos volaron a sus brazos mientras lo sostenía con fuerza como apoyo antes de dejarlo chupar su piel como si quisiera comérsela. Sus labios se arrastraron hasta su clavícula dejando besos con la boca abierta por toda su garganta. Él una vez más pegó sus labios a su cuello chupando su carne como una sanguijuela.

Clavo sus delicadas uñas en sus brazos desnudos echando la cabeza hacia atrás.

Él nunca había estado tan hambriento antes. Era como si estuviera dejando que el dolor del tiempo que la esperó marcara cada centímetro de ella.

Sintió qu……