Doble de Amor
En un mundo donde cambiaformas lobos antes eran dominados por los instintos salvajes de sus animales, se creó un consejo de shifters con los lobos más sabios y fuertes para establecer la paz en el mundo, logrando que las manadas se dividieran en pequeños pueblos activos a los cuales vigilaban.
Como decreto, cada omega en las manadas tenía que ser inscritos en la sede del consejo para así tener un recuento de estos, especialmente de aquellos omegas especiales que nacieron con dones especiales.
Alexander Bass era uno de estos omegas, pero a diferencia de otros, su enorme poder lo había llevado hasta la sede principal del consejo de shifters, y su inteligencia, en un puesto respetable.
Desde que tenía quince años y presentó su poder de telekinesis, Alex ha estado bajo el mando del consejo, con guardias que estaban a su lado con la excusa de "protegerlo" cuando Alex sabía que en realidad, lo vigilaban.
Creando una personalidad fuerte para sobrevivir en el nido de víboras ambiciosas que llenaba el consejo, el único deseo de Alex es encontrar a un alfa que realmente lo vea a él y no su poder, que lo ame y le ayude a formar la familia que tanto deseaba luego de solo observar a otros formarlas.
Es entonces, como una tormenta, que los gemelos Donnelly llegaron a su vida, sin pedir permiso y solo tomando lo que ellos declararon como suyo.
Una relación de tres nunca había estado en sus planes, pero de no recibir nada de atención y amor a ser el centro de su todo de dos alfas guapos y protectores, era una sensación bastante adictiva en la cual, Alex estaba cayendo lentamente.
¿Pero como no hacerlo cuando cada hermano era lo que necesitaba y quería?
Ahora la decisión solo estaba entre sus manos, ¿tomar lo que siempre había estado soñando o huir como siempre que parecía encontrar algo realmente bueno?
Lo bueno o lo malo, es que parecía que ambos hermanos ni siquiera le darían la opción de retroceder una vez aceptara.
Unfold
—¿Qué tan seguro es este lugar? —preguntó Alex, observando entre impresionado la naturaleza que les rodeaba, y preocupado como los dos cachorros que caminaban frente a ellos se deleitaban con cualquier cosa que observaban, como todo niño de cinco años.
—No hay animales salvajes si es lo que te estás preguntando —re……
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