-Preparada ... Lista ... Ya.
***
Al oír la salida, cojo toda la fuerza que hay en mi interior, o por lo menos la poca que me queda y consigo levantar tanto el cuerpo como para que mis manos lleguen al nudo en la soga que mantiene sujetos mis tobillos.
Comienzo a desatar la cuerda, preparada para agarrarme a esta en cuanto mis tobillos estén libres y no caer de lleno contra el suelo.
Al final, después de realizar todo el proceso con unos constantes latidos en la cabeza por haber estado tanto tiempo boca abajo, consigo salir libre y, por lo tanto, no tener que contarle nada mi hermano.
Y menos mal, porque no sé si hoy le aceptarían en el manicomio.
Prefiero hacerlo cuando esté mas tranquilito y callado.
Al salir del cuarto de mi hermano y dirigirme al mío, me doy cuenta de que en mi móvil ha……
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