La Catarsis del Novato: Peripecias del camino

Piero Golles Publication

La inconstancia es una virtud de la vida que en muchas ocasiones suele tomarse, por ciertos filósofos y sabios, como su defecto. Lo que les parece molesto de este ‘defecto’ es que lleva a un individuo común a variar su humor por otro contrario en cuestión de segundos, acción abominable para todo aquel que adora la rutina y la excesiva planeación. Una verdad universal que todos deberíamos saber es que la vida, así como la naturaleza, es incontrolable y, en consecuencia, inexacta. Y aunque no le falte coherencia, puesto que basta con pensar de manera clara y razonable para sobrellevarla, ni el hombre más inteligente o el más sabio puede jactarse de que su trayecto a la excelencia ha sido perfecto, sin modificaciones drásticas en su ejecución. Valiéndose de esto, por otra parte, existen personas que prefieren ser sorprendidas por el azar que brinda la inconstancia con el fin de experimentar algo especial, algo que los saque del recuadro aburrido. No puedo asegurar que pertenezco a este grupo, pues ningún hombre en su sano juicio puede evitar imaginar, calcular o planear con la perfección como molde; mas puedo sustentar con mi siguiente relato que ese ‘algo especial’, esa experiencia que muchos anhelan, marca tu camino vital de manera esplendorosa y deja en tu memoria un recuerdo al que puedes volver para sentirte en paz o para tomar una mejor decisión en el futuro.

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