{ MEMORIAS DE UNA GOLFA }

kennifer Hernández NewAdult

( Sipnosi )
El precio de la belleza y el reflejo de la humanidad
Mi nombre es Kenyerlin Andrade, y cargo en mi corazón las cicatrices de un pasado marcado por la maldad de quienes alguna vez llamé compañeros. Descubrí, con dolor, que para la mujer contemporánea, la belleza no es un regalo, sino un desafío peligroso. Sin embargo, el cuerpo que fue mi perdición también puede ser mi salvación: un puente hacia el amor, hacia una felicidad que hasta ahora se me ha negado.
Pero no soy solo yo. Somos todos. Hemos sido y seremos reflejo de una humanidad atrapada en su propio ciclo de destrucción.
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Apariencia dañina
Estamos atados por un cordón invisible que nos une a la esencia de la humanidad. Esa misma humanidad que, con su paso egoísta, ha dejado esta tierra baldía. Por más que neguemos nuestra responsabilidad, nos ocultamos tras valores inventados, detrás de dogmas y rituales que en lugar de sanarnos, enferman nuestras vidas.
Nos flagelamos con remordimientos vacíos, pecamos para después rezar, atrapados en un ciclo vicioso de culpa y arrepentimiento. Y al final, cuando la tierra nos consuma, volveremos a fundirnos en sus entrañas, cargando con la sombra de lo que hemos hecho.
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La mentira que somos
Hemos construido una fachada para ocultar nuestra verdadera naturaleza. Inventamos historias, maquillamos las heridas, pero desde lo más profundo, siempre emerge esa maldad que llevamos en nuestro ADN. Una maldad que hemos incubado por generaciones y que, tarde o temprano, se manifiesta, desgarrando cualquier máscara que intentemos imponerle.
¿Y qué hacemos? Tratamos de justificarla, de esconderla, de ignorarla. Pero no podemos. Porque nuestra esencia, esa apariencia dañina, es la que nos arrastra hacia la autodestrucción.
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El punto sin retorno
Hoy estamos al borde del abismo, cargando no solo con nuestras culpas, sino con el peso de toda la vida que hemos puesto en peligro. Nos hemos envenenado con nuestra propia arrogancia, con esa incapacidad de cambiar desde el corazón.
Por más que queramos, por más que busquemos redención, esa apariencia dañina sigue ahí, un recordatorio de lo que hemos sido y de lo que, si no despertamos, continuaremos siendo.
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Gran final en (Lo que se siente ser la Otra 2)
Es un llamado a reflexionar, a mirar más allá de la superficie y confrontar la verdad: la humanidad puede ser su peor enemigo, pero también tiene el poder de transformarse. Solo necesitamos el valor de enfrentarnos a nuestra sombra y dejar de temerle a la luz.
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Unfold