Cazador al acecho

Andrea se acerco y se sentó cuando Jorge le acerco la silla, lucia algo desconcertada. Vio a Jorge rodear el escritorio para tomar asiento frente a ella. Esperaba que él hablara, pero la asistente se posiciono al lado de él y fue ella quien le explico la situación mientras Jorge se limitaba a mirarla fijamente en silencio.

Cuando la chica termino, Andrea estaba en shock, no comprendía como Darío se había metido en semejante lío. Cada vez que se giraba para mirarlo, estaba hundido en el sofá, con los codos apoyados en las rodillas y la cabeza entre las manos, completamente desesperado. Cada cierto tiempo los abogados le hacían preguntas y él, sin levantar la cabeza, contestaba con la voz amortiguada.

La asistente le pregunto si tenia alguna duda o si necesitaba que se explicara mas claramente. Solo que Andrea ya no quería escuchar nada mas, lo único que quería era salir corriendo de ahí para tomar aire fresco porque, sentía que se ahogaba.

No solo era la perdida de la empresa o la gente que se quedaría sin trabajo, también estaba el riesgo de que Darío terminara en la cárcel. “No, eso no estaba pasando” -pensó- ¿Cómo era posible? ¿Como había podido su hermano cometer un error tan estúpido? ¿Que seria de Crystal si se enteraba de eso? ¿Como iba a sobrellevar un embarazo de alto riesgo con un esposo en la cárcel acusado de fraude?

Andrea podía sentir la pesada mirada de Jorge Kuribreña sobre ella en todo momento, seguramente estaba pálida como la muerte. Intento levantarse, pero sus piernas no la sostenían. La asisitente hizo ademan de acercarse, solo que, un movimiento de cabeza casi imperceptible, la detuvo. Andrea hizo acopio de su orgullo, cuadro los hombros y se levanto.

_Señorita, muchas gracias –le dijo a la asistente mientras se alisaba la ropa-. Sr. Kuribreña, quisiera dar por terminada nuestra reunión y si sus abogados ya terminaron con mi hermano…

_Srita. Franco, el Sr. Kuribreña desea que usted se quede y nos permita mostrarle las opciones mas viables para salir de la situación por la que atraviesa su empresa.

_En este preciso momento, mi prioridad es hablar con mi hermano y analizar la situación. Quiero que sea él quien me explique a detalle lo que sucedió y después de eso, tomaremos la decisión sobre que tan necesario es informarle a la familia lo que sucede.

_La situación es muy difícil, Srita. Franco -la voz profunda y grave la obligo a permanecer donde estaba- Darío no podrá desmentirme si le digo que tienen un plazo de dos semanas maximo para solucionar la situación y evitar que pise la cárcel –la vio palidecer mas, si es que eso era posible y se vio obligada a sostenerse del respaldo de la silla.

_Es importante actuar con rapidez Señorita Franco –era uno de los abogados quien hablaba ahora–. En estas situaciones, los tramites son largos y difíciles, perder tiempo significa estar a un paso de la cárcel. Y, aun si la situación se resuelve favorablemente, el cargo por fraude puede encarcelar a su hermano por lo menos 6 meses.

_Ok. Entonces… ¿cuánto tiempo tengo?

_Podemos reunirnos mañana al medio día, aquí mismo. Ya estamos trabajando en algunas soluciones factibles, solo falta calcular los riegos y los daños, después de eso, solo seria decidir cual es la mejor opción.

_ Esta bien. Aquí estaremos mañana a medio día. Gracias a todos y que tengan buena tarde.

Se acerco a la puerta que ya estaba abierta para ellos y tomo del brazo a su hermano para salir. Caminaron en silencio hasta el elevador. Ninguno de los hablo hasta que salieron a la calle.

_¿Puedes pedir el auto? –le ordeno Andrea con tono duro.

_No lo traje, Jorge mando por mi a la casa.

_¡Demonios, Darío! –tenia las manos en los bolsillos y lucia completamente abatido. Ese no era su hermano [pensó decepcionada] ¿Que diablos le había pasado– Este hombre intenta controlar nuestras vidas a su antojó. ¡Pide un taxi, entonces!

En ese momento el mismo AUDI A8 n***o que la recogió, se paro frente a ellos y el portero del hotel les abrió la puerta. Ambos se miraron y entraron al coche. Andrea solicito que los llevaran a su casa, pero Darío quería ir a la suya. Andrea contradijo la orden y al final se dirigieron al departamento de ella.

_No vas a irte a casa hasta que me expliques con lujo de detalle lo que sucedió. ¡No puedo creer que nos este pasando esto! ¿Cómo cometiste un error tan de novato? Eres el presidente de una de las empresas nacionales mas importantes del país, hubiese esperado mucho mas de ti. ¿Y que dirá papá de todo esto? Apenas y logramos que te diera un voto de confianza.

_¡Lo sé, lo sé! No quiero que lo sepa, Andy, ¡por favor! Al menos no hasta que tengamos la solución. Ya sabes como es, toda la vida me ha presionado y cuando me entrego la empresa fue muy enfático en decir que dejaba lo que mas amaba en mis manos.

_Y a ti solo te preocupa eso, ¡claro! ¿No te das cuenta de la situación? Tú mejor que nadie debería saberlo. No solo es lo que diga papá, es la gente de la empresa que perderá sus empleos, es el patrimonio de nuestros padres, el de tu esposa y el futuro de tu hijo nonato.

_¡Lo sé, lo sé! y el tuyo tambien. Eres mi hermanita pequeña y ahora soy yo quien necesita que tú me ayudes.

_Yo tengo mi fideicomiso, algunas inversiones que se puede usar para subsanar la situación. No necesito mucho y con mi sueldo me las arreglo muy bien. Pero eso no es lo mas importante, Dario. ¡Puedes ir a la cárcel! ¿Qué crees que pasara con Crystal y con el bebe? Ella se va a desmoronar, no podrá soportar verte preso. Te ama demasiado y es una tonta por quererte así, pero, que le vamos a hacer.

_Tu siempre estuviste en contra de nuestro amor –la miro dolido.

_¿Y ahora te das cuenta porque? Eras un mujeriego, la hiciste sufrir mucho tiempo. Ahora ella esta postrada en una cama sin poder moverse por culpa de tus instintos lascivos, podría perder a su bebe y por si fuera poco, incluso su propia vida si tu terminas en la cárcel. Creo que son razones mas que suficientes.

_Eres muy dura conmigo.

_Y mira de que nos ha servido –se volvió hacia la ventana y ya no dijo nada mas.

El resto del camino fueron en silencio.

Jorge los vio abandonar el auto frente al edificio de Andrea y cerro la MAC. No fue casualidad que recogieran a ambos hermanos y los llevaran de regreso. Quería saber que le diría Andrea a su hermano y así descubrir que estaría dispuesta a hacer para salvar la empresa de su familia, a su hermano de la cárcel y a su sobrino y cuñada de las garras de la muerte.

Si no veía otra solución, Andrea terminaría aceptando cualquier propuesta con tal de salvarlos a todos. Seria capaz de sacrificarse así misma por cualquiera de su familia y eso seria su perdición.