UNA MUJER QUE AMA LO QUE HACE

Infiel: Apago la luz, Katerina al sentir la cama moverse de cada movimiento que él hacía, sentía que su corazón no podría resistir más. Ninguno dijo nada, pero ambos estaban despiertos, Aidan quería tirársele encima y comerse su presa, sin embargo, no quería asustarla.—¿Te han besado antes?—¿Qué? ¡No! —ella siente extraña la pregunta.—Quieres que nos besemos.—¿Por qué haríamos eso?—Bueno, es que eso quita el estrés y nos dará sueño. Últimamente, me siento bien estresado. —qué vil mentira.—Ah, es por eso, bueno, pero no sé cómo iniciar. —él quitó las almohadas, hay unas luces de baja intensidad que están encendidas. Aidan sonríe porque su estrategia ha resultado.