LA PRECAUCION ANTE TODO

Infiel: Las horas pasan sin novedad para Katerina y llegó su segunda comida, la lluvia no ha cesado, quiere que sus lágrimas se unan a la naturaleza, sale de escondidas hacia el jardín dejando que la lluvia caiga sobre cuerpo, siente impotencia al darse cuenta de que nunca va a poder ser la señora de la casa. Siente ganas de gritar fuerte, pero se abstiene para no ser escuchada, que nadie sepa el enorme dolor que siente.En eso siente que la suspenden por los aires y la llevan bajo techo. Ella se asusta y al darse la vuelta se da cuenta quién fue. Por primera vez le pone atención al color de los ojos de Aidan, quien le regala una sincera sonrisa. Ella se queda quieta, protegida por los brazos de él. Sentía una calidez que no había experimentado.—Se va a enfermar si sigue bajo la lluvia. Debe aprender a cuidarse más.—¡Es usted!, suélteme, alguien nos puede ver. No quiero problemas con nadie—de inmediato la soltó, ella se aleja un poco, con nerviosismo. Rezando que nadie los haya visto.