Ay, Dios, siento que mi cuerpo se retuerce entre las sábanas del placer, ¿Cómo hace este hombre para tenerme así en minutos? Cuando...
No, no, piensa en él, solo en él, no existe nadie más.
- ¡Aaaaah!
Lo observé, pero está concentrado entre mis piernas que no me deja ni pensar bien.
- Connor! — hace presión en el momento justo haciéndome explotar y segundos después entra en mí de golpe.
Es tan placentero, lleva sus labios a los míos y empezamos el baile de cintura, a ver quién va más rápido para luego explorar juntos.
- ¡Mi estrella!
- Mi dulce.
Me ve muy serio.
- ¿Qué no se diga que no complazco a mi amada estrella, en nuestro segundo desayuno me pediste un mañanero y aquí lo tienes?
- Yo no te pedí nada, solo dije q……
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