Los días siguientes pasaron en calma, inexplicablemente, los Anderson estaban trabajando a la perfección, o eso le hacían creer a Isabela. Charles ya había cerrado los dos negocios semanales que ella le exigió para poder permanecer en la compañía y debía rendirle cuentas.
Isabela lo estaba esperando en su oficina, habían pasado varios días desde su último encuentro. Y eso la ponía nerviosa, Charles tocó la puerta, ella se sobresaltó y el corazón se le aceleró producto de los nervios.
—Siga por favor —ella ordenó
Charles giró la perilla y se asomó, ella asintió la cabeza como dándole permiso para su paso y él se fue directo a su escritorio.
—Buenos días, Isabela, veo que ya ha cerrado los contratos con los dos empresarios que conseguí
—Hola Charles, sí ya lo hice, es importante agilizar la g……
Waiting for the first comment……
Please log in to leave a comment.