— ¿Otra vez te han llegado flores?
Preguntaba Simoneta a su amiga al ver su lugar con un nuevo arreglo de flores.
Parecía que Graham estaba mas que interesado en ser solo su amigo.
El fin de semana anterior la había presentado ante sus padres como una persona especial, sin dejar claro si tenían una relación o no.
Pero aun cuando parecía tan rápido, Angela sentía que se comenzaba a enamorar de él, de sus detalles, sus textos, era un hombre muy dulce, gentil, amable, serio, pero tenía una forma de hacerla sentir especial.
Simoneta leía la nota que estaba acompañando al hermoso y costoso ramo de flores en el lugar de su amiga.
— La luz del día no es la que irradia el sol, sino tu mirada acariciando los ojos de los demás, eres hermosa, nos veremos esta noche.
Simoneta leía enamorada esa nota, sobre todo porque las cosas con el amigo de Graham parecían no haberse dado, el tipo se comportó bastante frío los últimos días, como si hubiese perdido el interés de pronto en ella.
— Hay amiga mía, que suerte tienes, pensé que sería yo quien terminaría en una relación como esta, pero me equivoque, como me lo dices siempre, entrego mi corazón demasiado rápido, pero al menos me da gusto que tú la pases bien, ¿dime como va todo con Graham?
Pero Angela no sabía exactamente como sentirse respecto a Graham, él era apuesto, gentil, un buen tipo, pero no estaba segura si era lo mejor iniciar una relación en ese momento, buscaba su independencia, por ello se había alejado de su hogar y sus padres, esperando poder demostrar que podía ser una persona que se valdría por si sola, pero él la hacía sentir especial, amada, cuidada y protegida, ¿cómo te alejas de alguien que parece preocuparse tanto por ti?
— Sinceramente no lo sé, siento que va tan rápido, sabes que intento hacer las cosas por mi misma, y una parte de mí sabe que al iniciar una relación con alguien, bueno, me desconcentraría de mis metas, hay cosas que quiero hacer, y estar en una relación tal vez las complicaría.
Pero Simy emocionada le daba ánimos para iniciar una relación con Graham, él era un caballero, y pareció muy interesado en ella la otra noche.
— Sabes que pienso Angy, que debes aprovechar el momento, le agradas a tu futuro suegro por lo que me contaste, así que deberías darte la oportunidad de intentarlo, al final de cuentas no has tenido novios en esta etapa de formalidad, no lo sé, yo pienso que la vida te ofrece la oportunidad de tener a un tipo rico, interesante, que se toma esta clase de molestias, es detallista, hay me emociona tanto verte enamorada Angy, mereces un amor bonito como los que hay en las telenovelas, amiga.
Angela estaba feliz por tener una amiga como lo era Simy, ella era adorable, y le dolía que ese tipo no la hubiese valorado, no tenía idea de lo que perdía al alejarse de Simoneta, que era un amor.
— Ese tipo es un tonto amiga preciosa, no sabe la verdadera joya que perdió al alejarse de ti, pero bueno, dejemos de hablar de chicos, vamos a tomar el almuerzo.
Simoneta sonreía, ella abrazaba a su amiga, que se convertía poco a poco en una hermana para ella.
— Pero tú pagas Angy, me quede en la ruina con el p**o del alquiler.
Angela sonreía y aceptaba el trato.
— Sabes que si, el alquiler de tu apartamento es bastante costoso, la zona es bastante alta en costos.
Ambas chicas la pasaban entre risas siempre, eran de esas personas que rápidamente se acoplaban.
Por la tarde después de un día de trabajo, Angela aun tenía que dejar unos documentos en el piso donde Graham tenía su despacho, pensó en pasar para agradecer, al final de cuentas fue muy amable al obsequiarle esos arreglos de flores.
NO estaba la asistente, quizá él tampoco estaba, así que decidió alejarse, pero antes de cruzar el pasillo para ir al ascensor, escucho una puerta abrirse.
— Gracias señor Basco, lo veré mañana.
Decía la asistente, una chica pelirroja que caminaba sonriente hacia el ascensor.
Graham vio con sorpresa a Angela, y de inmediato acomodo su corbata y camino hacia ella.
— Angela, ¿puedo ayudarte en algo?
Pregunto el asombrado al verla ahí, la asistente observo a Angela de pies a cabeza, esa mirada le resulto un poco incómoda, pero la ignoro pues la mano de Graham la llevo guiándola a su oficina.
— Ven, casi saldré, podemos ir a cenar algo.
Angela camino a su lado ignorando a la chica que subía al ascensor.
— No quería incomodarte, solo deseaba agradecerte antes de irme a casa, el obsequio es hermoso, pero no tienes que hacerlo, de verdad.
Pero Graham se acercó a Angela y frente a ella acaricio su rostro.
— Quisiera pedirte un favor.
Le decía él con una voz seductora, tomando una de sus manos, acaricio la mejilla de Angy mientras ella sentía ese aroma tan agradable.
— Ah, dime, ¿qué necesitas?
Pregunto ella entrecerrando los ojos.
— Sé que apenas tenemos poco tiempo conociéndonos, y que quizá sea demasiado rápido, pero deseo que sepas el nivel de mi compromiso para contigo, no sé dé palabrería, sinceramente jamás fui bueno hablando con las chicas, pero contigo ha sido tan distinto, me haces sentir tan bien, cómodo, ilusionado, estoy muy enamorado de ti Angela, la verdad no lo esperaba, jamás fui así, pero eres tan distinta a cualquier mujer en el mundo, cuando te veo haces que mi corazón comience a latir con fuerza, como si deseara salir de mi pecho para abrazarse al tuyo, eres preciosa claro, eso lo puede ver cualquiera, yo... La verdad deseó...
Para la gran sorpresa de Angela Graham se puso sobre su rodilla e inclinándose le dijo palabras que la dejaban asombrada y emocionada al mismo tiempo.
— ¿Quieres ser mi esposa? Sé que no podemos casarnos mañana, ni dentro de un mes, pero me encantaría que me dieras la oportunidad de ser algo mas, me gustas mucho, sé que te amo, no necesito mas para saberlo, eres la mujer con la que he soñado toda mi vida, te daré todo, no tendrás que sufrir por dinero jamás, mucho menos por amor, haré lo que sea por ti.
Angela estaba sorprendida, ¿eso era real? ¿De verdad Graham le estaba proponiendo matrimonio? Era confusión, miedo, asombro algunas de las emociones que ahora sentía recorrer su cuerpo, él le atraía claro, pero ser su esposa era un paso muy mayor a lo que esperaba, pues ni siquiera sabia en que lugar estaban, y ahora él le proponía matrimonio.
— Graham yo....
Pero el tomo la mano de Angela antes siquiera de que ella contestara a la pregunta.
— No tienes que responder ahora, solo dame un momento de esperanza, lleva la sortija, si al final decides no aceptar te juro que respetaré la decisión, pero haz feliz a este hombre que esta perdidamente enamorado de ti hermosa, por favor....
Angela tenía ese sentimiento de obligación, si no lo aceptaba lo haría sentir mal, tenía tanta esperanza en el rostro que ella no pudo negarse, él era un tipo muy apuesto, parecía no tener defectos, quizá......
Waiting for the first comment……
Please log in to leave a comment.