CAPITULO TREINTA Y DOS

HOLA, AMORES. DOS CAPÍTULOS PARA HOY. FELIZ LECTURA.
RECOMENDACIÓN DE HOY. Infiel Fui educada para ser una buena esposa, obediente y que mi silencio fuera lo más sagrado y alabado por mi esposo. Estudie en casa, porque convenía mantenerme pura para el matrimonio y siempre tenía que recordar que no podía ver a los ojos a otro hombre que no fuera mi esposo porque pecaba y sería castigada.Llego el gran día, saldré de mi casa, o mi encierro, porque mis padres encontraron al hombre perfecto para mí, la alegría era enorme, no lo conocía, pero ya lo amaba. Salía de un encierro donde las palabras de mi padre eran órdenes para mí, para caer al peor de los infiernos. “Eres un asco de mujer” “Quien en su sano juicio te haría el amor” “eres simplemente un mal negocio el que hice” palabras que me rompieron lo poco